Claves para implantar un eficaz proceso de logística inversa
Lo principal es crear un plan de devolución claro, específico y único. Un sistema fijo en el que todo el mundo en la empresa, del personal que participará en algún momento del proceso, conozca de principio a fin. Debe ser un proceso claro y debe estar controlado desde la persona que, al teléfono, recibe la llamada de un cliente insatisfecho; hasta por el operario de almacén que cogerá la carretilla para llevar ese producto devuelto a donde corresponda, y, por supuesto, por todos los intermedios.
Del mismo modo, es muy importante tener en cuenta que no todos los elementos devueltos irán al mismo sitio. Por una parte, están los materiales que se envían, como ya hemos comentado, para reciclar o destruir. Deberá existir otro flujo para los productos devueltos. Dentro de la logística de devoluciones, los paquetes tendrán destinos diferentes. Algún elemento defectuoso puede ir a la zona de reparación o, si se ha cometido un error en el pedido, deberá volver al almacén. En ese caso concreto, se deberá realizar el envío de manera correcta. Por ello, todas estas posibles variables y circunstancias han de estar contempladas en el sistema de logística reversa, como también se conoce a este tipo de sistemas de devoluciones.
En ocasiones, para el correcto funcionamiento del proceso de devoluciones, puede llegar a ser necesaria la habilitación de un centro de devolución o recolección. Todo dependerá, por ejemplo, del espacio disponible en el almacén.