La economía circular nos habla sobre tres principios
Principio 1: Preservar y mejorar el capital natural controlando reservas finitas y equilibrando los flujos de recursos renovables. Esto se da cuando se ofrece una utilidad optima, cuando son necesarios los recursos, cuando el sistema circular selecciona la mejor forma y elije que tipo de tecnología va a utilizar durante el proceso de los recursos renovables y esto resulte posible. El capital natural nos alienta sobre los flujos de nutrientes que nos muestra el sistema de la economía circular y generando las condiciones para la generación, un de los mas común es el suelo, que nos da tantos recursos atreves de ellos.
Principio 2: Optimizar los rendimientos de los recursos distribuyendo productos, componentes y materias con su utilidad máxima en todo momento tanto en ciclos técnicos como biológicos. Esto implica diseñar para refabricar, reacondicionar y reciclar los componentes técnicos y materias circulando y contribuyendo a la economía. Los sistemas circulares utilizan más estrechos cuando resulta posible, preservando así más energía implícita y otro valor. Estos sistemas maximizan también el número de ciclos consecutivos en el tiempo empleado en cada ciclo, aumentado la vida útil de los productos y optimizando la reutilización. Los sistemas circulares promueven también que los nutrientes biológicos vuelvan e entrar en la biosfera de forma segura para que la descomposición resulte en materias más valiosas para un nuevo ciclo.
Principio 3: Promover la eficacia de los sistemas detectando y eliminando del diseño los factores externos negativos que afectan a la economía circular. Esto incluye reducir los daños en sistemas y áreas como la alimentación, la movilidad, los centros de acogida, la educación, la sanidad y el ocio, y gestionar factores externos como el uso del suelo y la contaminación acústica, del aire y del agua o el vertido de sustancias tóxicas.